sábado, 2 de marzo de 2013

Cerámica y Terapia

Un trozo de arcilla permite que se sienta en nuestra piel, humedad y frescura, mezcla de tierra y agua; transmitiendo suavidad y tranquilidad, haciendo que podamos con las manos ver formas y comunicar ideas, para sí mismos como para los que observan la pieza de cerámica. 


Debido a la experiencia no existe mejor camino para la recuperación emocional por la pérdida de la visión que la terapia natural que opera el arte; la práctica de la cerámica como un elemento básico de toda cultura no es sino la sublimación de la vida afectiva llevada al plano estético de nuestro nivel de piel. La escultura refleja la esencia del mundo y de la vida; es nuestro sello personal, de cómo pensamos, sentimos y tocamos.

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